Daniela, Pan y Rosas

En México, cada año miles de mujeres mueren o quedan con graves secuelas por abortos clandestinos mal practicados en nuestro país. Esto constituye una muestra de la falta de derechos sexuales y reproductivos que tenemos, lo que se ha agravado con la alianza reaccionaria ESTADO-IGLESIA, los cuales buscan imponer su moral conservadora y el control sobre nuestros cuerpos.

Fuertes campañas de los grupos clericales y derechistas acompañan las reformas que criminalizan a las mujeres por aborto, bajo cargos de homicidio, con penas hasta por 35 años de cárcel. La aprobación de leyes antiaborto en 18 estados del país, impulsadas por el PAN, con respaldo del PRI y en algunos casos del PRD, es un retroceso de décadas en la lucha por los derechos de las mujeres. Estos “defensores de la moral” son en realidad los protectores de los curas pederastas y violadores, mientras guardan silencio ante el feminicidio. Por si esto fuera poco, un sector clerical impulsa campañas homofóbicas contra la libertad sexual y la adquisición de todos los derechos para parejas del mismo sexo e intentando anularlos en el DF. A la clase dominante y a la Iglesia no les importa la situación de miseria que enfrentarían los recién nacidos en un medio de miseria y desempleo que predomina en la población, problema que las familias burguesas no enfrentan. Este es un dilema que también obliga a las mujeres a decidir la interrupción de un embarazo. La penalización del aborto sólo obliga a que las mujeres pobres, trabajadoras y estudiantes aborten clandestinamente en las peores condiciones, mientras las mujeres con mayores recursos económicos abortan en clínicas privadas con todas las garantías sanitarias. Se trata de un problema que refleja que unas pagan el aborto con grandes sumas de dinero, mientras otras lo pagan con secuelas y muerte: una realidad claramente desigual y clasista. Es necesario que luchemos movilizándonos en las calles por el derecho al aborto para todas, garantizado por el Estado de forma gratuita y segura, así aseguramos el acceso para las mujeres pobres, trabajadoras y jóvenes al mismo tiempo evitamos el negocio clandestino entorno a este, secuelas físicas y psicológicas, muertes y privaciones de libertad que el aborto clandestino trae consigo. Previo a esto y de manera preventiva exigimos acceso a métodos anticonceptivos de calidad y gratuitos en los centros de salud pública, para que no sean sólo aquellas con los medios económicos quienes puedan acceder a ellos. Para poder decidir totalmente sobre nuestros cuerpos, es que también es necesaria una previa educación sexual de calidad, ajena a la moral conservadora y de la Iglesia.

PARTICIPA en el contingente de Pan y Rosas este 28 de septiembre, Día Internacional de lucha por la despenalización del aborto en América Latina. La cita es 4:00 pm del Monumento a la Madre al Zócalo.

¡Basta de violencia contra la mujer! ¡Separación real y absoluta de la iglesia y del estado! ¡Libertad a las presas por abortar! ¡Educación sexual para decidir..! ¡Anticonceptivos para NO abortar..!

¡ABORTO, LIBRE, SEGURO Y GRATUITO para NO MORIR...!

27-09-2011