En un contexto europeo está signado por la reciente huelga de los controladores aéreos del Estado español contra el ataque del gobierno a sus salarios y conquistas y las movilizaciones estudiantiles en Inglaterra contra el aumento de las matrículas universitarias. En ambos casos, así como en la última jornada de huelga en Grecia, los trabajadores y la juventud salen a enfrentar los planes de ajuste dictados por los gobiernos, que mientras salvan los bancos y las grandes empresas descargan la crisis sobre la clase obrera y los sectores populares.

El 15/12 Grecia vivió su séptima huelga general en lo que va del año, luego de que el parlamento votara el día anterior un nuevo paquete de ajuste, requisito para recibir la cuarta partida del paquete de rescate. Entre las nuevas medidas de austeridad se incluye un tope salarial para los trabajadores de las empresas propiedad del estado como el transporte público, una reducción salarial del 10% para el sector público y la opción de no acordar convenios colectivos de trabajo para las empresas privadas. La acción se ha sentido con fuerza en todo el país. Los servicios de los aeropuertos se vieron totalmente cancelados, el transporte público también fue paralizado por la huelga y las oficinas, dependencias públicas y escuelas cerraron sus puertas. El servicio de noticieros se vio afectado debido a que los trabajadores de radio y televisión también se plegaron a la huelga.

Cerca de 20.000 personas provenientes de distintos puntos del país recorrieron las calles de Atenas y cerca de la plaza Syntagma se enfrentaron con la policía, que arrojó gases lacrimógenos contra los manifestantes. Otra expresión de la bronca y la tensión es el ataque a un diputado conservador que fue blanco de los manifestantes.

El gobierno “socialista” del primer ministro George Papandreou sigue enfrentando la resistencia popular frente a los ajustes acordados con la UE, el FMI y demás organismos internacionales.