La CTA convoca a los gremios estatales y docentes de todo el país al paro nacional “para que la crisis no la paguemos los trabajadores”. Hay sobradas razones para sumarse: los salarios por debajo de la inflación y las paritarias postergadas, los despidos de miles de contratados, las suspensiones con quita de sueldo y hasta el vaciamiento y cierres de empresas; el apoyo a todas las luchas de resistencia en defensa del empleo y el salario. Después de las elecciones será aún peor porque la clase capitalista, desde los industriales de la UIA hasta los sojeros de la Mesa de Enlace de las patronales agrarias, pide una fuerte devaluación que nos hunda el salario. Ese es su programa ante la crisis que impondrán, gane quien gane, los políticos capitalistas. El del 27 de mayo es un paro que debería tomar toda la clase trabajadora en defensa propia. Por ello tenemos que exigir, también, en todos los sindicatos de la CGT un llamado unificado. La convocatoria debe ser tomada en las manos de las asambleas en los lugares de trabajo, desde las seccionales opositoras de los docentes de CTERA y las Juntas Internas de ATE, para que se transforme en una gran jornada de lucha con huelga y movilización, y exigir que sea el comienzo de un plan de lucha nacional. Prohibición de despidos y suspensiones; reparto de las horas de trabajo entre todos; blanqueo de todos los trabajadores en negro y reapertura de las paritarias; aumento de salarios ajustados según la inflación; fábrica que cierre, fábrica bajo control obrero y nacionalización sin pago a los empresarios vaciadores; plena libertad sindical a los delegados elegidos en todos los lugares de trabajo. Para que la crisis no la paguemos los trabajadores, que la paguen los capitalistas.