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Chile: Por una política de los trabajadores independiente de toda variante patronal

21/04/2008

Los derechos y necesidades de la clase trabajadora se suman y se van poniendo sobre la mesa.

El drama de la subcontratación, impuesta por la clase patronal para aumentar sus ganancias sobreexplotando al trabajador, emerge nuevamente con la lucha de los trabajadores subcontratistas de Codelco, que demandan el cumplimiento de los acuerdos con Codelco.

Se acerca la discusión del salario mínimo, y nuevamente salen los "expertos" con sus análisis para demostrar que ellos pueden vivir con varios millones al mes, pero una gran parte de los trabajadores se deben contentar con $150.000 porque según dicen si se aumentara más, la economía no podría funcionar.

El golpe propinado por la patronal salmonera en la huelga de Aguas Claras a sus valientes trabajadores huelguistas, demostró la necesidad de recuperar el derecho efectivo a huelga, la negociación por rama, y fortalecer a los sindicatos y todas las organizaciones de los trabajadores.
Y con estos derechos y necesidades, aparecen demandas del conjunto del pueblo trabajador, explotado y oprimido.

Se afecta a las mujeres explotadas y oprimidas, con la autoritaria y medieval decisión de prohibir la píldora del día después para las mujeres pobres y del pueblo (pues se prohíbe su distribución gratuita en los hospitales, mientras se seguirá vendiendo en las farmacias para aquellas que puedan pagarlas).

Se afecta a la juventud estudiantil con una educación convertida en mercancía, con leyes que regulan el negocio, como la reciente LGE, pero perjudican al estudiante, con títulos que nada valen, aprendiendo en malas condiciones, afectando su futuro.

Se ataca a la juventud explotada y oprimida, que es reprimida en sus poblaciones, en las calles, en sus movilizaciones, estigmatizado como delincuente por el sólo hecho de ser joven.

Se afecta al conjunto del pueblo trabajador descargando la reaparición de la inflación sobre los hombros de los trabajadores, con aumentos de los precios de los productos básicos cercanos al 30%. También con una desocupación persistente y que amenaza con aumentar con los despidos de las empresas, como las cerámicas y forestales, ante sus problemas financieros, mientras se embolsan millonarias ganancias en las épocas de vacas gordas (que no se han terminado aún). Mientras las empresas cierran y despiden, el cobre se entregó a las empresas privadas, nacionales y extranjeras, y las ganancias de Codelco se invierten en el exterior en el sistema financiero. Sí, como gran parte de nuestros fondos de pensiones en manos de voraces empresas.

Todo consagrado por una Constitución y un sistema de partidos binominal en el que la derecha, hija de la dictadura que los diseñó, junto con la Concertación, administran los intereses de sus jefes los patrones.

Y así, derecha y Concertación, administradores de esta democracia para ricos de las Bachelet y Alvear, los Piñera y Longueira, son los responsables de la subcontratación, el no derecho efectivo a huelga, el debilitamiento de los sindicatos, la salud para pobre y para ricos, la degradación de la educación también dividida en una para pobres y otra para ricos, la represión y criminalización, la inflación pagada por el pueblo trabajador, la entrega del cobre, la persistencia de la Constitución y el binominal de Pinochet.

¿Es posible entonces dar un paso en la defensa de nuestros derechos e intereses de la mano de los políticos patronales de la derecha y de la Concertación?

Parece claro que no es posible.

Pero la CUT, codirigida por el PS de Arturo Martínez y el PC, han propuesto que este 1° de mayo, sea convocado junto con el Parlamento Político y Social, que está integrado por la CUT, dirigentes y parlamentarios de la Concertación (incluso algunos de la derecha), y el PC y el Juntos Podemos.

Ante esto, algunas organizaciones vienen hablando de un 1° de mayo clasista, con acto propio y aparte. En los hechos, es una política que regala la CUT, es una política que termina en una convivencia con los actuales dirigentes del diálogo social y el acuerdo en el Parlamento Político y Social llevando a los trabajadores detrás de sus propios verdugos.

Hace falta una alternativa tanto a quienes tienen un lenguaje más fogoso pero terminan conviviendo, como a los dirigentes de la colaboración de clases llevando a los trabajadores con el Parlamento Político y Social detrás de la Concertación, que gobierna con la derecha.

Hace falta una política de clase de los trabajadores, independiente de toda variante patronal.

 A fortalecer a la clase trabajadora y sus organizaciones. Por cuerpos de delegados por sección o área de trabajo en cada empresa como base de la organización sindical.

 Por el derecho efectivo a huelga. Por negociación por rama.

 Fin de la subcontratación.

 Por un salario mínimo de $350.000 ajustable automáticamente por inflación.

 A igual trabajo, iguales salarios y derechos. Por un tarifado Único por Oficio en cada rama de trabajo.

 Trabajo estable para todos.

 Basta de política antiobrera y antipopular. Por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, basada en la movilización de la clase trabajadora y el pueblo pobre

 Por un partido de trabajadores revolucionario

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