Por Óscar Fernández

Cumpliéndose 41 años de la ofensiva del Yom Kippur, Sergio Moissen y Jimena Vergara, catedráticos de la FCPyS de la UNAM e impulsores del Movimiento de los Trabajadores Socialistas, acudieron por primera vez a la Universidad Iberoamericana para impartir una plática sobre el conflicto entre Israel y Palestina.

La charla comenzó con una dedicatoria de la jornada a los normalistas asesinados en Ayotzinapa, Guerrero, en lo que calificó como el peor crimen de Estado desde la Masacre de Acteal (Chiapas, 1997) y Aguas Blancas (Guerrero, 1995) y como el peor crimen contra el estudiantado en décadas en el marco de una ofensiva de criminalización a la disidencia (cuyo mayor exponente es Nestora Salgado), siendo México el país con un saldo de muertos superior al de la Guerra Sucia en las dictaduras del Cono Sur.

Dijo además sentirse feliz de estar en la universidad donde surgió el #YoSoy132 y cuya rectoría es de las pocas que ha mostrado solidaridad con las policías comunitarias y los estudiantes de Ayotzinapa.

Posteriormente, se señalaron las raíces históricas del conflicto entre palestinos e israelíes, citando además a autores como Ilán Pappe y Abraham León (asesinado por los Nazis en 1944) con su obra "Concepción Materialista de la Cuestión Judía", ambos judíos críticos del proyecto del estado sionista, para enfatizar el hecho de que el conflicto de hecho tiene orígenes relativamente recientes que nada tienen que ver con el mito de que el odio entre palestinos y judíos viene desde épocas bíblicas, sino que obedece a intereses ligados con las potencias imperialistas.

Se resaltó además la fuerte ligazón entre ambos pueblos expresada en distintas instancias (como los sindicatos binacionales de los años 20s y 30s que se oponían de manera conjunta al imperialismo inglés).

Se habló del conflicto en la actualidad y las consecuencias geopolíticas que puede traer, ligándolo con la pérdida de hegemonía de Estados Unidos en el mundo y su necesidad de contar con una trinchera afín a sus intereses contra proyectos reaccionarios y fundamentalistas como Hamas, Hezbolá, la Hermandad Musulmana y, en el caso más extremo y reciente, contra el Estado Islámico de Irak y el Levante.

Para finalizar, se enfatizó en el enlace que hay entre los conflictos en el Cercano y Medio Oriente y la necesidad de que las reformas “estructurales” del gobierno de Enrique Peña Nieto tuvieran que pasar de manera urgente. La voracidad capitalista necesita de los recursos mexicanos y de Latinoamérica para poder financiar y dotar de recursos a sus guerras en una región estratégica. Se extendió una invitación a la audiencia a construir comisiones de solidaridad con los pueblos del mundo para detener las ofensivas de limpieza étnica del imperialismo.

Se expusieron las distintas consecuencias vividas en la región producto de la Primavera Árabe y cómo las masas israelíes se vieron afectadas, comparándolas con el #YoSoy132 y mostrando el rechazo de una juventud que ya no quiere ser partícipe del genocidio (pues el servicio militar en Israel es obligatorio so pena de perder la ciudadanía), aunado a la ola de suicidios entre las tropas israelíes. La Solución de los Dos Estados es utópica debido a que el supuesto estado palestino estaría dividido en dos grandes porciones de tierra aisladas (que en la práctica son campos de concentración a cielo abierto) rodeadas de un muro y cuya población estaría a la merced del estado israelí, del cual ellos serían una mano de obra barata.

Los ponentes señalaron que la única vía para la solución duradera del conflicto es la de la solidaridad entre los trabajadores y campesinos de Israel con la de sus hermanos palestinos en una revolución que acabe con el Estado de Israel y las direcciones reaccionarias como Hamas y la Autoridad Palestina en la construcción de una Palestina laica, democrática, obrera y socialista donde árabes y judíos puedan convivir en paz.