Los sindicatos, el socialismo y los industriales cuestionaron las medidas presentadas el viernes

El Consejo de Ministros, al momento de hacer el anuncio. Foto: EFE MADRID.- Tan sólo diez días después de asumir el timón del gobierno español, Mariano Rajoy cosechó el fin de semana una ola de críticas contra su duro ajuste económico: el opositor Partido Socialista Obrero Español (PSOE) anticipó que votará en contra del plan, los sindicatos lo calificaron de "injusto" y los industriales advirtieron que con esas medidas no habrá crecimiento.

Así, los respaldos y adhesiones de la ciudadanía que llevaron al Partido Popular (PP) al poder en las elecciones anticipadas de noviembre pasado por el colapso financiero corren el riesgo de desintegrarse en menos de dos semanas de gestión.

"El plan de ajuste del gobierno nos va a llevar probablemente a la recesión económica, desde luego a una grave depresión económica y, por tanto, a la destrucción del empleo y a una falta de crecimiento de nuestra economía, que ya estamos teniendo y que se agudizará con el plan que el gobierno ha presentado", señaló el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, tras adelantar que el PSOE votará en contra del ajuste.

Con el fin de calmar las inquietudes de los mercados sobre la salud financiera del país, el gobierno de Rajoy anunció el viernes pasado el congelamiento de salarios en los sectores público y privado, un imprevisto aumento de impuestos y una sustancial reducción de los presupuestos de la administración pública.

Ayer, la prensa española informó que la sorpresiva suba de impuestos, algo que Rajoy había prometido no hacer durante la campaña, se decidió en conjunto con el gobierno alemán, ante el temor a que la prima española de riesgo se disparara cuando los mercados se enteraran de que el déficit público es del 8% y no del 6%, como se creía hasta el viernes.

"Son unos ajustes carentes de solidaridad que van a generar más crisis y más desempleo, en un país que necesita un ajuste compatible con el crecimiento económico. Que Rajoy dé la cara, porque es un fraude a sus electores y un engaño a todos los ciudadanos", disparó anteayer la vocera de Economía del PSOE, Inmaculada Rodríguez Piñero.

También los principales sindicatos del país expresaron su desacuerdo con las decisiones tomadas por el gobierno y amenazaron con convocar a nuevas movilizaciones.

"Las medidas económicas aprobadas por el gobierno son una mala señal y van por un camino en gran parte equivocado", afirmó Toni Ferrer, secretario de la UGT. Desde la otra organización obrera de peso, las Comisiones Obreras (CC.OO.), el secretario general Ramón Górriz lanzó objeciones similares. "Este es un mal comienzo para el gobierno. Si el PP sigue profundizando sus políticas neoliberales, podría haber movilizaciones para cambiarlas", advirtió el dirigente.

En el marco de esta vorágine de críticas, incluso los empresarios e industriales se mostraron inconformes con el rumbo tomado por la administración de Rajoy, aunque en este caso por una falta de profundización.

"Las medidas son necesarias, aunque no sean decisiones agradables. Contribuirán a la reducción del abultado déficit público que registra España y a combatir la crisis económica", dijo un comunicado de la Cámara de Empresarios (CEOE), que pese a ello opinó que las medidas resultan insuficientes. La CEOE insistió en la necesidad de "continuar con la senda de las reformas" y apuntó que "tanto el sector público como el privado van a tener que aplicar recortes y tomar decisiones complicadas, pero absolutamente obligatorias, asumiendo todos sacrificios para salir de la crisis con garantías".

En contraposición a las críticas internas que recibió el PP, la Unión Europea (UE) aplaudió las decisiones de Rajoy.

Agencias ANSA y EFE .