Evo Morales no logra desactivar las protestas y crece la tensión
Grupos indígenas continúan con sus marchas a pesar de la suspensión de una obra vial

En un abierto desafío al presidente Evo Morales, los indígenas bolivianos anunciaron ayer que proseguirán su marcha hasta La Paz para asegurarse de que el proyecto vial que rechazan se cancele para siempre, a pesar de que el mandatario había anunciado anteanoche la suspensión de la obra.

"La marcha continúa", dijo el diputado indígena Pedro Nuni, uno de los líderes de la manifestación, según el cual la decisión de Morales "no es una garantía", porque los indígenas no quieren la suspensión de la ruta, sino su cancelación definitiva.

"Hemos dicho y repetimos: no queremos que exista esta carretera", recalcó.

La vía de la discordia, de unos 300 kilómetros de largo, atraviesa el Tipnis, una reserva natural de 1,2 millones de hectáreas, y comenzó a ser construida en junio por la empresa brasileña OAS, a un costo de 415 millones de dólares.

En rechazo al proyecto, unos 1000 indígenas iniciaron hace más de un mes una marcha hacia La Paz, pero el domingo pasado fueron brutalmente reprimidos y dispersados por la policía; la acción dejó unas 20 personas desaparecidas y despertó una ola de críticas contra el gobierno de Morales.

Tras las protestas que generó la actuación policial, Morales tachó de "imperdonable" la represión y anunció la suspensión temporal de la construcción, hasta que una consulta en las regiones de Cochabamba y Beni, por las que está previsto que pase la autopista, decida el futuro del proyecto.

Pese a ello, las manifestaciones contra el proyecto se multiplicaron ayer e incluyeron a sindicatos, estudiantes y organizaciones cívicas, lo que aumentó aún más la tensión en el país. "Ya no podemos tolerar más abusos, lo que ha hecho el gobierno con los indígenas es antidemocrático, el presidente tiene que asumir su responsabilidad", dijo Bruno Apaza, segundo líder de la Central Obrera Boliviana (COB), que agrupa a los principales sindicatos del país y que convocó a un paro nacional de 24 horas para hoy.

Referéndum revocatorio
Por su parte, estudiantes de la universidad estatal San Andrés, la mayor del país, conmocionaron ayer el centro de La Paz con una manifestación en apoyo a los indígenas.

A todo ello se suman también huelgas de hambre y marchas en otras regiones, entre las que se destaca un paro cívico indefinido en Beni, de donde procede la mayor parte de los indígenas que protestan contra la vía selvática.

La Central Obrera Departamental de Potosí, además, anunció que promoverá un referéndum para revocar el mandato de Morales y de su vicepresidente, Alvaro García Linera.

Las discrepancias entre autoridades sobre el manejo de la protesta, que afectó la credibilidad y legitimidad del presidente indígena, también se multiplicaron ayer con el correr de las horas.

La represión policial, que anteayer llevó a la ministra de Defensa, Cecilia Chacón, a renunciar al cargo en desacuerdo por la acción contra los indígenas, forzó ayer la dimisión del ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, y de su segundo, Marcos Farfán. "Mi renuncia responde a mi propósito de impedir que la derecha dañe al presidente", dijo Llorenti.

En menos de un año, Morales ha tenido que dar marcha atrás dos veces por las presiones de sus bases sociales de izquierda: primero en diciembre pasado, cuando buscó imponer un alza del 83% del precio de la nafta, y ahora con el anuncio de la suspensión de la autopista.

Agencias AFP, EFE, Reuters y AP .