Miles de estudiantes secundarios pararon en todo el país en lo que fue su tercera jornada de paralización y fueron reprimidos por Carabineros, quedando cerca de 300 detenidos.

Una de las marchas, en el centro de Santiago, donde los “pingüinos” (como se les llama a los secundarios por sus uniformes) intentaban llegar a la Secretaría Regional Ministerial (Seremi) de Educación, fue reprimida por fuerzas especiales con carros hidrantes y gases lacrimógenos, a lo que los estudiantes resistieron con piedras y bombas de pintura. Las movilizaciones fueron convocadas por la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES) en reclamo de la derogación de la pinochetista Ley Orgánica Constitucional de Educación (LOCE) - que entre otras cosas otorga la “libertad de enseñanza” a los empresarios del sector - y como reacción a los violentos desalojos de liceos que estaban tomados, en los que hubo cerca de un centenar de detenidos y más de 40 alumnos con sanciones disciplinarias (no renovarán la matrícula 2007).

Los estudiantes exigen mayor celeridad en las reformas educativas con fuertes críticas al Consejo Asesor de Educación, órgano sin carácter resolutivo mediante el cual el gobierno logró frenar las masivas movilizaciones anteriores.