Por Milton D’León, LTS
A menos dos semanas para las elecciones presidenciales, los militantes de la Liga de Trabajadores por el Socialismo (LTS) continuamos movilizando esfuerzos en el marco de la campaña por la candidatura obrera independiente de las variantes patronales, expresada en nuestro llamado al voto crítico en el candidato obrero Orlando Chirino. En todo este tiempo hemos venido desarrollando una política activa que abarca desde la publicación masiva de materiales discutiéndolos con trabajadores y estudiantes, suplementos, afiches de carácter nacional, actividades callejeras con pintadas en diversas ciudades del país así como la realización de eventos políticos como Foros-Debates en la Universidad, donde estos últimos eventos han contado con la activa participación de decenas de compañeros y compañeras que han venido a escuchar y debatir con la LTS.
Es que para nosotros, la campaña por la candidatura obrera alrededor del voto crítico en Orlando Chirino no se trata de una campaña testimonial ni mucho menos por un voto testimonial, independientemente de que en la actual puja entre las dos fuerzas principales a nivel nacional el voto en el candidato obrero Chirino no incida en el desenlace de la elección. Consideramos fundamental que la clase obrera venezolana pueda dar pasos, así sean pequeños, en conquistar espacios de independencia de clase frente a las dos variantes burguesas hegemónicas que se disputan el control del Estado, es decir, el gobierno de Chávez con su proyecto de supuesto “desarrollo nacional” con empresarios “nacionalistas” y capitales imperialistas “aliados” y la oposición patronal pro-imperialista aglutinada en la MUD. Por esta razón, dedicamos nuestras fuerzas y esfuerzos en la campaña por el voto crítico al candidato obrero Orlando Chirino del PSL, llamando a los trabajadores a que no voten por patrones ni por políticos interesados en sostener el orden capitalista, sino que voten únicamente por compañeros de su propia clase y por una perspectiva obrera y de izquierda, sin compromisos con los partidos patronales.
Desde la LTS somos claros al sostener que para los que luchamos por la revolución obrera y socialista, la participación en las elecciones burguesas es una opción táctica que sirve si permite desnudar frente a las masas las falsas promesas de las distintas opciones de la burguesía, y alentar la confianza en la acción de los trabajadores y la auto-organización obrera y popular, con la perspectiva estratégica de un gobierno de los trabajadores y la “expropiación de los expropiadores” (los capitalistas), única forma de terminar con la explotación y la opresión. Sostenemos que la lucha revolucionaria por la “expropiación de los expropiadores” tiene sus puntos de apoyo y sus métodos fundamentales en la lucha de clases, en los grandes procesos huelguísticos defensivos y ofensivos, ocupaciones de fábricas avanzando en ejercer el control y gestión de los centros productivos, o enfrentamientos con las fuerzas represoras de la clase dominante, en la autoorganización e insurrección de las mayorías trabajadores, todas ellas formas abiertas y encarnizadas de la lucha de clases.
En esta democracia burguesa que continúa reinando en el país, más allá que desde el gobierno de Chávez se le llame ahora “participativa” y “protagónica” y se hable del “poder popular”, se nos continúa convocando para elegir presidentes y diputados, ¡pero jamás podemos decidir que se acabe la explotación!, ¡jamás podemos decidir que las fábricas, empresas y bancos, y la riqueza social, sean de todos y no de una minoría parasitaria!, ¡jamás podremos decidir que los tribunales y las fuerzas de represión dejen de defender a los empresarios y patrones, que dejen de ser instrumentos para castigarnos y reprimirnos cuando nos levantamos contra este orden! En este sentido, las elecciones burguesas son el terreno de la burguesía y sus partidos, el terreno de los trabajadores es el de la lucha de clases, es decir, el enfrentamiento con los patronos desde la huelga de fábrica para defender sus derechos hasta una huelga general ofensiva para desafiar abiertamente a los capitalistas.
Pero esto no significa que los trabajadores y trabajadoras no intervengamos en el terreno del enemigo para enfrentarlos también allí, denunciando abiertamente su sistema de explotación y miseria, de cómo sus partidos y sus distintos gobiernos están allí para garantizar el dominio político de los capitalistas, de cómo a cada tantos años lo que les toca a los trabajadores es elegir qué patrono los va a gobernar en el próximo período, de utilizar cada espacio en ese terreno que sirva para potenciar las demandas obreras y avanzar en superar las ilusiones en las elecciones burguesas. Por eso consideramos que también en este escenario político debe darse la pelea por una perspectiva propia de la clase trabajadora, tener la claridad política de no dar ni un centímetro de confianza a las opciones burguesas, es decir, a todos aquellos candidatos(as) que en medio de todas las diferencias parciales que puedan tener coinciden ampliamente en mantener vivo el orden social existente.
En las presentes elecciones los compañeros del PSL lanzaron la candidatura de Orlando Chirino, aunque desgraciadamente no llamaron a constituir un frente político de los trabajadores y la izquierda que hubiese permitido aglutinar fuerzas alrededor en la campaña por el candidato obrero, e incluso no han tenido la más mínima iniciativa de llamar a una coordinación de los diversos agrupamientos que apoyan, críticamente o no, a Orlando Chirino, dispersándose aún más los distintos esfuerzos. Los que integramos la LTS tenemos importantes diferencias políticas que son públicamente conocidas [1], pero esto no ha impedido dar el apoyo crítico pues consideramos importante la presentación de un candidato obrero y de izquierda en las presentes elecciones presidenciales sin que signifique un apoyo a toda su trayectoria y práctica política. Pero los compañeros del PSL han preferido una política mezquina y de aparato sin llamados a unificar la campaña. De nuestra parte, hemos puesto todo nuestro empeño y esfuerzos propios, militantes y materiales, desplegando una amplia actividad política que puede seguirse paso a paso en nuestra página electrónica y materiales impresos.
No solo en las actividades callejeras y el reparto de nuestros materiales en fábricas y en la Universidad, sino que también en la realización de los Foros-Debates (a los que se han acercado compañeros de la dirección del PSL), desde la LTS se ha venido batallando por el voto crítico en el candidato obrero Orlando Chirino planteándolo alrededor de un programa de clase contra la explotación capitalista y por un gobierno de los trabajadores. Esto incluso sufriendo el boicot de partidos del gobierno como el PSUV, el PCV y otros, que se han dedicado a obstaculizar nuestras actividades como es borrando las pintadas en las calles, cuando no ceden ni un segundo de los grandes medios estatales, para no hablar de los privados, para que se pueda difundir la candidatura obrera de Orlando Chirino.
La campaña desplegada y las actividades que venimos realizando nos están abriendo la posibilidad de nuevas relaciones políticas con jóvenes de izquierda que, atraídos por la actividad militante y las ideas planteadas en los debates, tienden a confluir con aspectos importantes de nuestra perspectiva, cansados del cuento de una “revolución” y “socialismo” que no existen más en que en el discurso y la gran maquinaria de propaganda oficial. Todo esto lo realizamos en la lucha por la construcción de un partido revolucionario de trabajadores, por una estrategia obrera y revolucionaria y por la reconstrucción de la Cuarta Internacional, que combata a vela desplegada por la revolución obrera y socialista.
En el poco tiempo que resta desde la LTS continuaremos desplegando nuestras actividades militantes en la campaña por el voto crítico a pesar de las limitaciones financieras y materiales que impone un sistema electoral que privilegia los grandes partidos, sean del gobierno o de la oposición patronal. Seguiremos insistiendo en nuestro llamado del voto por un programa de clase contra todas las variantes burguesas, sean las tibiamente nacionalistas de Chávez o las abiertamente proimperialistas como la de Radonski, levantando un programa antiimperialista y anticapitalista, un programa obrero y socialista, impulsando la movilización independiente de los trabajadores, los campesinos, los pobres urbanos y el conjunto de los sectores explotados y oprimidos. Una campaña a tono con las luchas obreras, campesinas y populares que se desarrollan en el país, ligándolo a la estrategia de impulsar la autoorganización de los trabajadores, y el desarrollo de los organismos de democracia directa para la lucha hacia consejos obreros y de los pobres y el conjunto de los explotados del país.
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