Un paro general y nuevos incidentes golpean a Piñera
El clima social volvió a encenderse con protestas y enfrentamientos entre estudiantes y la policía

Por Carlos Vergara | LA NACION

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En Santiago, un manifestante es asistido tras chocar con la policía. Foto: AP SANTIAGO, Chile.- Con menos inconvenientes prácticos de lo imaginado por ambas partes se inició ayer en Chile el paro nacional de 48 horas, convocado por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), en demanda de reformas políticas, laborales, de salud y educación, en contra del gobierno del presidente Sebastián Piñera.

Si bien la adhesión a la huelga no fue mayoritaria y provocó algunos trastornos en el transporte y en ciertas oficinas fiscales, sin una paralización completa, la violencia volvió a apoderarse de Santiago y otras ciudades del país.

En medio de las protestas, Piñera, que durante las movilizaciones estudiantiles optó por no aparecer en escena, habló fuerte desde el palacio presidencial de La Moneda.

"La intención fue causarle daño a Chile, causarles daño a los chilenos. Lo que hoy día ha sido lamentable es que ha habido brotes de violencia. Tengo la impresión de que los encapuchados lo único que quieren es destruir y causar dolor. La forma de solucionar los problemas es con diálogo, acuerdos y buena voluntad. El gobierno siempre tuvo las puertas abiertas para dialogar con todos los sectores", dijo el mandatario.

Desacuerdos
Lo que sí queda claro es que Chile se ha convertido en el país de los desacuerdos. Una clara señal de ello fue el balance del paro nacional.

Según el subsecretario de Interior, Rodrigo Ubilla: "La movilización de la CUT fue un gran fracaso". El funcionario consignó que -de acuerdo con el oficialismo- sólo un 5,3% de los funcionarios públicos se plegó al paro. La Sociedad de Fomento Fabril, que agrupa al sector industrial, aseguró que el 99% de sus trabajadores trabajó normalmente.

El balance oficial sumaba ayer casi 348 detenidos y 36 heridos.

Los trabajadores, en tanto, rechazaron el supuesto fracaso de la movilización. "No coincidimos con algunos personeros que han señalado que el país está normal, porque yo miro por la ventana y veo la Alameda vacía. Veo las distintas arterias principales sin locomoción", refutó el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Arturo Martínez.

¿Qué pasó con el paro? El país funcionó con desconfianza y las explicaciones son variadas. La mayor parte de ellas apunta a que los líderes sindicales no generan la misma simpatía ni el nivel de adhesión de los estudiantes liderados por la combativa Camila Vallejo, cuya última convocatoria reunió a más de 100.000 personas en el parque O’Higgins, de Santiago, el domingo pasado.

De hecho, ayer fueron los propios estudiantes quienes mantuvieron viva la llama de la protesta, pese a que algunos de sus líderes reconocieron que su asociación con los trabajadores puede restarles popularidad.

Disturbios
Algunos de los incidentes más serios sucedieron precisamente en universidades tomadas. Según Vallejo, la fuerza pública disparó al interior de una sede de la Universidad de Chile. "Condenamos el actuar de los carabineros por el ingreso y el uso de balines en el campus Antumapu de la [Universidad de] Chile, resultaron compañeros heridos", declaró la líder estudiantil a través de Twitter.

Desde la mañana de ayer, diversas barricadas e interrupciones de tráfico marcaron a la capital chilena, con manifestaciones en otras ciudades como Valparaíso, La Serena y Concepción.

En Santiago, la Alameda volvió a ser el foco de los enfrentamientos, con diversas escaramuzas entre encapuchados y carabineros, concentrándose éstas en la Universidad de Santiago y la Universidad de Chile, principalmente, además de los barrios periféricos. En Valparaíso, las protestas se sucedieron en la Universidad de Playa Ancha y frente al Congreso, mientras que en Concepción se sucedieron tomas de carreteras y barricadas, al igual que en Temuco, Chillán, Valdivia y Chiloé. Antofagasta y Copiapó, en el Norte, también registraron enfrentamientos.

Anoche, por su parte, volvieron los cacerolazos en Santiago y las ciudades del interior, tanto en las barrios más pobres como en los sectores de clase media, en un murmullo que ya comienza a hacerse permanente en Chile. Lo que viene tampoco será fácil: hoy se realizarán las marchas convocadas por los trabajadores, y el gobierno ya anticipa focos de conflicto para el 4 de septiembre -fecha en que se enterrará, por tercera vez, al ex presidente Salvador Allende- y el 11 del mismo mes, aniversario del golpe militar de 1973.

LOS DIRIGENTES ESTUDIANTILES

CAMILA VALLEJO
Líder de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile
Edad: 23 años
Esta militante de las Juventudes Comunistas, de clase media y criada en una "cultura de izquierda", es vista por sus pares como una dirigente más "dialogante" y mucho menos ideologizada que sus antecesores.
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CAMILO BALLESTERO
Líder de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago
Edad: 23 años
.Es el de mayor experiencia política. Militante comunista, se fogueó en 2006 durante la denominada revolución pingüina que puso en jaque al gobierno de Michelle Bachelet, a apenas dos meses de haber asumido.
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GIORGIO JACKSON
Líder de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica
Edad: 24 años
Es el símbolo de la tranversalidad del mayor descontento social desde el retorno a la democracia, en 1990. Su movimiento busca acercar a la elitista Universidad Católica a los problemas sociales de Chile.
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